Lo andado y aprendido

Querido lector, futuro navegante:

Si has llegado hasta aquí, es porque, de alguna manera, te interesa saber algo más sobre mi humilde persona. Bien, déjame que te cuente…

Estudié, hace ya más de 25 años (como pasa el tiempo) ingeniería aeronáutica. He trabajado muchos años en mi sector, con la suerte de estar directamente relacionado con aeronaves, una de las pasiones de mi vida.

Desde hace más de 20 años trabajo también como consultor de mejora de procesos y estrategia empresarial, con una fuerte relación con las IT como palanca de cambio.

Tengo mi propia empresa y he trabajado por cuenta ajena. Me quedo con el primer mundo porque, aunque las horas pueden llegar a ser incontables, la ilusión las supera.

He estudiado dos MBAs, uno convencional y el otro muy innovador (The Power MBA, muy recomendable, por cierto).

He emprendido ya tres empresas, dos de ellas en funcionamiento.

He tenido momentos muy buenos pero, igualmente, momentos realmente oscuros. Momentos en que me he sentido realmente acabado, frustrado y con la autoestima por los suelos.

He sentido que la vida era injusta, que tras echarle incontables horas, ilusión y poner en riesgo todo mi patrimonio familiar no me daba las recompensas que creía que merecía.

He sentido que no encontraba salidas, que hiciera lo que hiciera nada funcionaba. Que no más había solución que seguir adelante en una vorágine que me estaba consumiendo.

He sentido verdadero temor de perder mi familia, lo que más quiero y más me importa en el mundo.

Pero, afortunadamente, he encontrado la forma de aprender muchísimas lecciones de esos momentos y, sobre todo, los medios para acabar con ese bloqueo, para encontrar un nuevo camino, esperanza, confianza en mí mismo. Para adquirir la capacidad de saber cómo resolver problemas, de sentirme valioso y de aportar cada vez más valor. Para sentir, al fin, que sé bien lo que hago y que, aunque no tenga una bola de cristal, tengo la capacidad de probar, fallar, reconducir y acabar acertando sin dejarme la vida en el proceso.

Tengo unos objetivos claros y estoy avanzando hacia ellos a buen ritmo, como persona, como profesional y como empresario.

Ya solo trabajo con clientes que aprecian el valor que aporto y que respetan mi trabajo.

Termino de trabajar a las 18:00 la mayor parte de los días a pesar a de que estoy fuertemente implicado en ocho proyectos de forma simultánea, tres de ellos para trabajar a tiempo completo.

Tengo los fines de semana a mi disposición para lo que más me apasiona: mi familia, mis amigos y seguir aprendiendo.

He alcanzado una cierta paz interior y controlo bastante bien mi carácter. Siento que aporto mucha más felicidad a mi familia.

¿Qué he hecho para llegar a este punto?

  • Leer, leer y leer. Como dice James Clear, es importante empezar todos los libros que puedas, dejar muchos y releer los realmente valiosos.
  • Formarme en todo lo que he visto que aportaba valor.
  • Integrar todas las herramientas, teorías y métodos de mejora personal y resolución de problemas a los que he tenido acceso.
  • Probarlos en mi día a día y comprobar que funcionan.
  • Refinarlos para hacerlos sencillos de aplicar y establecer unos pasos muy claros.

Sigo aprendiendo, sigo digiriendo conocimiento, echándolo a mi coctelera (como dice mi buen amigo Nacho Redondo) y generando más soluciones que sigo probando y validando.

Me declaro como lifelong learner convencido. Creo que el día que deje de aprender también dejaré de respirar.

Me molesta profundamente la gente que dice a estas alturas, cómo voy a cambiar. Yo he experimentado en 18 meses el cambio más profundo de mi vida. Y no porque nada haya cambiado en el exterior, sino porque he sido capaz de recomponer mi interior con las herramientas de conocimiento adecuadas.

Quiero compartir todo esto con gente que pasa o ha pasado por los mismos problemas, por las mismas sensaciones, por las mismas penurias que yo. Me encantaría aportar mi granito de arena en mejorar este desastre de mundo en el que vivimos. Me encantaría que, cuando yo me vaya, alguien recuerde lo que le aporté para mejorar su vida, para cambiar las cosas, para ser algo más feliz, sentirse más lleno.

Creo que nuestro país tiene potencial de sobra para salir adelante y demostrar al mundo de lo que somos capaces. Solo nos hacen falta herramientas para resolver problemas.

Por eso, he empezado a compartir con mi círculo más cercano lo aprendido y, para mi satisfacción, también les funciona.

Por eso quiero compartirlo con más gente. Contigo, si quieres.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *