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Y recuerda que esta semana tenemos post nuevo:  ¿Cómo afecta la IA a nuestro conocimiento?.

Como en la música, en el trabajo hay diferentes tempi.

En el día a día debemos tener momentos de agilidad y otros de calma.

No todo puede ser correr, porque si no nos desvinculamos del largo plazo.

Entre todas las prisas, elige pequeños momentos de parada a lo largo de tu jornada.

Como siempre, aprovecha la forma en que funcionamos.

Si algo lo haces varias veces al día, es fácil convertirlo en hábito.

Por tanto, aprovecha para crear el hábito de pequeños momentos de reflexión en el día, que te garanticen que eliges las tareas adecuadas.

No tengas miedo a pararte a lo largo del día.

Probablemente pienses que nadie te paga por pararte.

Pero ten en cuenta que tanto tu empresa como tú mismo cobráis por producir resultados.

Y solo asegurándote de hacer el trabajo que importa los vas a conseguir.

Piensa que hoy es el último eslabón en la cadena hacia tus objetivos.

No se puede romper, porque de lo contrario te separarías directamente de ellos.

Por eso, en pequeños momentos los tienes que traer a tu cabeza.

Poco tiempo. Pero de mucho valor.

El pensamiento es útil cuando provoca una acción y un obstáculo cuando sustituye a la acción.

Bill Raeder