Esta newsletter te permitirá reflexionar sobre el contenido de este post.

Y recuerda que esta semana tenemos post nuevo:  Abrazar el cambio.

Si tus objetivos son tu brújula ¿la tienes a mano todos los días?

¿O la guardas en un cajón y solo la sacas de tarde en tarde?

Sin conexión con tu día a día, tus objetivos son sueños, muy bonitos, pero de los que te despiertas cada día.

Tienes mucho trabajo.

Gran cantidad de cosas que hacer.

¿Cómo puede ser que pararse sea una buena idea?

Muy sencillo.

Porque parándote, muchas de esas tareas pendientes desaparecerán.

Y solo quedarán las que, de verdad, te ayuden a seguir adelante.

El día a día, con sus carreras, sus imprevistos y sus interacciones puede ser una apisonadora.

Solo puedes evitarla si haces el esfuerzo, consciente y habitual, por volver:

• A tu esencia.
• A tus valores.
• A tus metas.

Si no lo haces, ¿podrías decir cuáles son tus prioridades?

Recuerda: no se trata de hacer por hacer.

Hay que hacer lo correcto en cada momento.

¿Qué es lo correcto?

Las acciones que realmente te impulsan hacia tus objetivos.

Pero solo puedes identificar cuáles son esas acciones si tienes siempre a la vista tus objetivos.

When you feel like you’re not productive, it’s not necessarily because you’re lazy or because you have bad habits, it’s because you’re not working on the right projects.

Adam Grant