¿Lo has intentado lo suficiente o has "tenido mala suerte"?
¿Estabas bien preparado o "tuviste mala suerte"?
¿Tenías el contacto adecuado o "te pilló en mal momento"?
Es muy fácil culpar a la suerte de nuestras propias torpezas.
Pero, para crecer, es mejor que seamos sinceros. |