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Siempre nos deslumbra una solución rápida.

Nos quita el peso de tener que seguir luchando con ese problema.

Nos hace parecer muy inteligentes.

Pero ¿cuántas veces esa solución es la buena?

¿Cuántas tenemos que seguir indagando y aprendiendo?

¿Y si lo hacemos así desde el inicio?

Cuando empezamos a montar en bicicleta todo son temores.

A caernos. A parecer torpes. A no aprender nunca. A no poder ir con los amigos.

Pero, cuando por fin aprendemos y llegamos a dominarlo, ¡qué sensación maravillosa!

¿Por qué hemos perdido esa curiosidad para todo lo demás?

Nos encantan los trucos. Los "tips". Las soluciones fáciles y rápidas.

Pero esas soluciones no valen para todos los casos, lo que nos lleva a buscar más trucos.

¿No sería más fácil convertirnos nosotros en los que generemos esos "tips" conociendo en profundidad los temas?

A veces, damos opinión sin saber.

Otras, la damos intentando aparentar que sabemos.

Pero nos cuesta tomar la iniciativa de volver a saber.

Especialmente, llegados a cierto momento de nuestra vida.

¿Cuánta inquietud apartaríamos si nos decidiéramos a aprender para poder actuar?

Most people run away from complexity. When the world doesn’t make sense, they dismiss their ignorance and think about something else.

David Perell