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Hay preguntas perfectas en un momento que, en otro, pueden ser nefastas.

Aprender a preguntar es aprender a reconocer los contextos, las dinámicas, las situaciones personales de nuestro interlocutor.

Algo mucho más importante que el manejo de las palabras.

Si quieres que te respondan, tendrán que entender lo que preguntas.

Si quieres que lo entiendan, tendrás que simplificar.

El vocabulario que empleas.

La estructura de la pregunta.

Si no lo haces, ¿para qué estás preguntando?

Las preguntas tienden caminos si las sabemos conectar entre sí.

Pueden ser para explorar y conocer.

Pueden ser para explicar y dar a entender.

Pueden ser para valorar y ponderar.

Pueden ser… para lo que necesites construir.

¿Crees que preparar una conversación es una pérdida de tiempo?

¿Qué va a limitar su naturalidad?

Si tu conversación es importante para ti, comprobarás que es todo lo contrario.

Su riqueza depende de no dejar las cosas al azar.

Una buena pregunta es una semilla que debe sembrarse para que produzca más semillas, con la esperanza de reverdecer el paisaje de las ideas.

Antony Jay