Convierte preguntar en un hábito.
Practícalo constantemente, para que cada pregunta sea mejor que la otra.
Enfócate, cada vez, en mejorar uno de los aspectos que hace que una pregunta sea realmente buena.
Hazte un experto en preguntar y podrás ser experto en lo que quieras, pues siempre hay gente interesante dispuesta a responder. |