¿Por qué los chavales se pasan todo el día escribiendo sin saber escribir?

¿Por qué mandamos miles de correos y nos da miedo hacer un informe?

¿Por qué contactamos a través de Teams con dificultad para darnos a entender?

¿Cuándo decidimos que debimos abandonar la escritura?

Ves un vídeo y capturas algunas ideas interesantes.

Hablas con un amigo que te plantea un nuevo concepto.

Escuchas un podcast y te parece atractivo ese nuevo enfoque.

¿Dónde guardas todo esto? ¿Solo en tu memoria?

Al final, cuando ya has leído, has acumulado información, has visto vídeos, lo tienes todo, estás tú y el papel.

Tú y la pantalla.

Te toca empezar a generar. A aportar valor. A demostrar para qué has leído, te has informado...

Es tu momento, tu oportunidad.

¿Y qué haces entonces?

¿Qué es más fácil, escribir un párrafo o una página?

¿Empezar con una hoja en blanco o recopilar ideas que ya tenemos?

¿Escribir sin estructura o rellenar un guion?

Si dividir algo complejo en partes simples te ahorra tiempo y esfuerzo, ¿por qué no lo haces?

Acquire the habit of writing very copious notes, not all for publication, but as a guide for yourself.

Charles Darwin