¿Cuántas cosas retienes al día en tu memoria?

¿Cuántas de ellas se te olvidan?

¿Con cuántas empiezas a abrumarte?

¿Cuántos dispositivos tienes?

¿Cuántas aplicaciones de gestión de correo, notas, tareas...?

Y, sin embargo, ¿por qué sigues sin anotar en ellos esas cosas?

Te gusta tu libertad. Hacer las cosas a tu manera. Decidir por ti mismo.

Pero, en cambio, dejas que otro decida cuándo tienes que mirar un correo o cuándo tienes que interrumpir tu trabajo.

Simplemente, porque dejas la configuración por defecto de alertas de tus aplicaciones.

La velocidad es buena... a veces.

Porque pensar lleva su tiempo.

Encontrar la respuesta adecuada, también.

Igual que identificar solución a un problema.

O tomar la decisión más idónea.

No todo lo rápido tiene que ser bueno.

¿Te tomas las cosas con calma suficientes veces?

Todo es una cuestión de elección:

-Controlar tu tiempo o dejar que te controlen.

-Definir tus prioridades o dejar que te las definan.

-Proponer o reaccionar.

-Tu propia forma de trabajar o la que te impongan.

-Tus objetivos o los de otros.

-Vivir o pasar de largo.

Being busy is a form of laziness — lazy thinking and indiscriminate action.

Tim Ferris