Norte

Qué difícil es hablar con nosotros mismos. Para no engañarnos, debemos conocernos bien y saber filtrar las cosas que debamos escuchar.

Por eso es tan importante trabajar nuestro diálogo interno, para que el número de verdades que nos digamos supere al de ficciones.

Este

Obsérvate a ti mismo con afán científico. Toma notas de tus propios comportamientos. Escucha lo que tu mente te dice.

Discrimina lo que es útil a tu propia identidad y lo que te aleja de ella.

Clasificar tus pensamientos es el mejor inicio para reorientarlos.

Oeste

Podemos utilizar nuestra narrativa interna a nuestro favor.

Si identificamos qué palabras o frases empleamos habitualmente y el efecto que producen, podemos usarlas como señal de aviso. Si llegan, escapemos de ellas y busquemos alternativas en nuestra nueva mentalidad.

Sur

Tus palabras infecciosas ya han hecho mella. Te sientes pequeño, limitado, incapaz. No crees que vayas a alcanzar tus metas.

Ve a pasear. Tómate un café. Charla con un amigo de cualquier cosa intrascendente.

Sobre todo, sal del bucle en el que estás y no tomes ninguna decisión.

Estrella polar

Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos.

 

Buda

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