No vas a poder evitar dificultades y obstáculos.

Te acompañarán siempre, porque no todo va a salir como tú esperas.

Pero recuerda cómo te sentiste la última vez que superaste uno.

Y recuerda lo que ocurrió a tu alrededor.

Probablemente, cuando mires atrás, veas la belleza de los problemas que enfrentaste.

Te des cuenta de todo lo que te aportaron.

Recuerdes la forma en que te hicieron mejor persona.

Y encuentres una perspectiva diferente para mirar al futuro.

Esperar que la vida siempre sea suave y cómoda es una falacia.

E, incluso, probablemente no sea bueno para ti.

Porque ese tipo de vida nunca te hará crecer ni sacar tu mejor versión.

Sino posiblemente todo lo contrario.

Anticipamos hechos negativos que nunca van a ocurrir.

Sin embargo, nos cegamos ante situaciones que podríamos aprovechar.

El miedo nos ha llevado a la supervivencia durante miles de años.

Pero piensa: ¿es tu supervivencia, de verdad, la que está en entredicho?

Sufres, no porque la vida no te haya ofrecido lo que esperabas, sino porque no has logrado descubrir lo que la vida te ha dado ya.

Mo Gawdat