Tus mejores habilidades son también tu mejor regalo para los demás.
Apoya a los que tienes a tu alrededor.
Aporta. Ofrece. Contribuye.
Limitarte en lo que das hará que te devuelvan lo mismo.
¿Tiene sentido trabajar aspectos en los que nunca serás excelente?
¿Potenciar competencias que no ves y no te agradan?
¿No será mejor ser el número 1 en lo que te gusta?
Y, para lo demás, busca quien te pueda complementar.
Muchas veces nos centramos en lo que los demás piden de nosotros.
Sin embargo, lo que mejor podemos dar es, precisamente, lo que nos hace diferentes.
Desarrolla al máximo tus habilidades únicas.
Y encuentra quien las necesite por encima de todo.
Intenta siempre estar un paso por delante.
De la tecnología, del conocimiento, de las competencias.
Si consideras que estás al día, quizá vayas tarde.
Estar "en la media" no va a ser suficiente.
El sentido de la vida es encontrar tu don. El propósito de la vida es compartirlo.
Pablo Picasso