Qué fácil es criticar.
No hace falta ninguna habilidad especial.
Lo llevamos de serie.
Pero ¿qué valor aporta?
El miedo al cambio.
El miedo a fracasar persiguiendo algo.
El miedo como elemento absolutamente paralizante.
El miedo como arma de sometimiento.
Nuestro "modo víctima" es como nuestra sombra.
Siempre presente y dispuesto a manifestarse.
Cualquier dificultad es un rayo de luz que lo proyecta.
Cualquier tropiezo es un foco que lo hace aparecer.
El conformismo es una piedra atada al cuello.
La indolencia, piedras en el zapato.
La desidia, un sumidero por el que se va nuestra energía.
¿Quieres que tu actitud te siga frenando?
La felicidad está a nuestro alcance. El problema es que la buscamos siempre en otro lugar.
Rafael Santandreu