Definir metas da dirección y propósito.
Nos motiva y enfoca nuestras acciones.
Sin objetivos, es fácil perderse.
Desperdiciar todos los esfuerzos.
Definir metas concretas ayuda a planificar.
Nos permite trabajar desde la meta hacia atrás.
Visualizar cada paso necesario.
Adelantarnos a los posibles obstáculos.
Superar obstáculos lleva a la excelencia.
Enfrentar los miedos y las limitaciones e impedir que nos frenen.
Por eso, nuestros objetivos deben ser ambiciosos.
Para que nos empujen siempre hacia adelante.
Encontrar un equilibrio entre nuestras áreas de interés es esencial.
No debemos dedicar más esfuerzos a un ámbito que a otro.
Por eso es tan importante gestionar nuestro tiempo y nuestra energía.
Porque nos permite repartirlos adecuadamente.
Un objetivo proporciona un destino, un punto de contraste respecto al presente y un marco dentro del cual se pueden evaluar las cosas.
Jordan Peterson