Siempre es bueno pararse. Dar un paso a un lado si es necesario.
Reflexionar sobre lo que hacemos y por qué lo hacemos.
Para intentar aportar más cada día, en el lugar adecuado.
Y dejar atrás cualquier inercia sin sentido.
La realidad es mucho más maleable de lo que pensamos.
Y una de las fuerzas que le dan forma son nuestras propias creencias.
Trabaja en ellas para que no te limiten.
Y te sorprenderá como tu vida llega a transformarse.
La tecnología solo tiene sentido cuando está a nuestro servicio.
No cuando nos arrastra y nos lleva sin rumbo.
Solo deberíamos usarla como resultado de una conclusión personal o comunitaria.
No en nombre de un progreso más que cuestionable.
Ante los cambios, podemos esperar a que otros actúen.
Adapten nuestro contexto a la nueva realidad.
Y confiar en que el resultado sea bueno.
O ser nosotros, en cambio, los motores del resultado que queramos alcanzar.
Ideas rose in crowds; I felt them collide until pairs interlocked, so to speak, making a stable combination.
Henri Poincaré