Organiza tus piezas de conocimiento para que te sea fácil encontrarlas. Como tus lápices o tus herramientas.

Vincúlalas a tus temas de interés.

Haz lo más fácil posible que salgan a tu encuentro cuando más las necesites.

No dejes que se pierdan bajo el manto del desorden.

¿Qué es, realmente, la creatividad?

¿Hacer algo totalmente nuevo?

¿O ser capaz de subirse "a hombros de gigantes" y ver un poquito más allá?

No lo dudes: busca cómo subirte y de qué forma puedes ver más lejos.

Tu valor añadido es tu seña de identidad.

Igual que cuidas tu ropa, cuida la forma en que construyes los resultados de tu trabajo.

Igual que te acicalas, busca pulcritud en lo que escribas.

Igual que quieres que tu imagen encaje, dedica tiempo a dar sentido a tus textos.

Nunca renuncies a ser tú mismo.

Nunca dejes de reflejarte en el espejo de otros, pero muestra tu propia imagen.

Que tu trabajo refleje aquello de lo que eres capaz, no solo aquello de lo que otros fueron capaces antes que tú.

Honra el trabajo de otros con tu propio valor.

El conocimiento viene de tener una única perspectiva, pero la sabiduría viene de tener múltiples perspectivas.

Gregory Bateson