Perder de vista tu propósito es como ir a ciegas.

Vas a darte golpes, vas a tropezar, vas a moverte hacia ninguna parte.

Tu propósito debe ser tu brújula. Tu faro. Tu linterna. Debe marcar tu ruta.

Piensa si quieres dar vueltas o prefieres seguir el camino más corto.

La curiosidad es el medio más poderoso para crecer.

Impide que te creas en posesión de la verdad, con lo que te conecta con otras mentalidades.

Te acerca a otro conocimiento.

Te invita a probar cosas nuevas y a experimentar.

Te empuja a buscar siempre a lo largo del camino.

¿Qué da más miedo? ¿Un pequeño paso o un gran salto?

¿Con cuál puedes hacerte más daño?

¿Cuál es más fácil de dar?

Todos necesitamos empezar. Piensa por dónde es mejor.

Y ante cada nuevo avance, vuelve a pensar en lo mismo.

Así avanzarás con toda seguridad.

Cada cosa que hagamos y que no nos permita avanzar es tiempo perdido.

Y comprende que ese tiempo no vuelve.

No esperes a darte cuenta de que el tiempo no es ni infinito ni gratuito.

Toma ya conciencia de tu tiempo. Y enfócalo todo a tu propósito, sin dejar que nada se pierda.

Instead of comparing yourself with others, compare who you are today with who you were yesterday.

Ken Honda