Cada acción que tomamos conecta con varias partes de nuestra vida. Por eso hay acciones que tienen más influencia que otras. Más conexiones, mayor impacto.

Conocer las conexiones implica entender cómo utilizar nuestra energía de forma eficiente para tomar mejores decisiones.

Cualquier cosa positiva que hagamos es más fácil transformarla en hábito que hacerla conscientemente.

Implica menos esfuerzo y evitamos que se nos "olvide".

Usar los hábitos a nuestro favor es conocer la naturaleza humana y aprovecharla de forma inteligente.

La efectividad es un hábito en el que, cuanto más inviertes, más recuperas.

No encontrar tiempo para trabajarla es una prueba muy clara de que la necesitas.

El tiempo es igual para todos. La diferencia está en nuestra decisión de si lo gastamos o lo invertimos.

Nuestros hábitos, como todo, conforman un sistema. Algunos se encuentran en el centro y otros en la periferia.

Actuar sobre el centro ofrece resultados más poderosos que quedarnos en la periferia. Sin embargo, el compromiso personal es mucho mayor.

¿Cuál es tu apuesta?

A veces parece que la gente con mucho autocontrol no se esfuerza, pero es porque ya lo automatizaron. Su fuerza de voluntad se hace presente sin que tengan que pensar en ella.

Angela Duckworth